Los gallos Shamo son una raza de gallos destinados al combate de origen asiático, desarrollados en Japón, pero sus antepasados provienen de Tailandia. Se caracterizan por tener una figura erguida, esbelta y estirada. En su cabeza destaca el pico curvo, cresta rizada de tres hileras, cara y orejillas de color negro o rojo muy oscuro, y tienen la cola pequeña. Las variedades de esta raza son rojo y negro, aunque también los hay amarillos, azules y blancos.
En un estudio reciente, se emplearon gallos Shamo, conocidos por ser destinados al combate, para desentrañar un enigma que ha intrigado a criadores y biólogos durante generaciones: ¿qué impulsa el comportamiento agresivo en los gallos de pelea? Este estudio, llevado a cabo por un equipo de investigadores , arrojó luz sobre los misterios que rodean a estas aves y sus instintos de lucha
Los gallos Shamo, criados durante siglos para ser maestros de la arena de combate, se convirtieron en el enfoque de esta investigación. En comparación con sus parientes domesticados para la producción de huevos, los Shaver Brown, los Shamo exhibieron niveles significativamente más altos de norepinefrina (NE) en el mesencéfalo, una región del cerebro asociada con la respuesta al estrés y la agresividad.
Pero la clave para entender este fenómeno no solo radica en los niveles de neurotransmisores, sino también en los genes receptores adrenérgicos. El análisis genético reveló mutaciones específicas de Shamo en estos receptores, especialmente en ADRα1D, ADRα2A y ADRβ2, genes asociados con la regulación del comportamiento y la respuesta al estrés.
Lo más intrigante es que estas mutaciones específicas de Shamo no se encontraron en otras especies de aves estudiadas, lo que sugiere una evolución única de la agresividad en esta raza. Se postula que la combinación de genes heredados y mutantes, derivados de siglos de selección artificial para la lucha, podría ser la fuerza motriz detrás del comportamiento de lucha observado en los gallos Shamo.
Este estudio no solo nos brinda una visión más clara de los mecanismos neuroquímicos detrás del comportamiento agresivo en los animales, sino que también podría tener implicaciones importantes en la cría selectiva de aves. Aves con mayor concentración de norepinefrina y mayor cantidad de receptores, serían mas agresivas que aves que tuvieran menor concentración de ambas sustancias.
En resumen, este emocionante viaje a través de los secretos del comportamiento de lucha en los gallos de pelea nos muestra cómo la combinación única de genética y ambiente puede dar forma a los instintos más primitivos de nuestras amigas emplumadas.
Aquí está el enlace para acceder al artículo completo y profundizar en los fascinantes hallazgos sobre el comportamiento de lucha en los gallos de pelea Shamo: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7181795/
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