La enfermedad de Newcastle (ND) es una infección viral que afecta a las aves, representando una amenaza significativa para la industria avícola. El virus de la enfermedad de Newcastle (NDV), clasificado dentro de la familia Paramyxoviridae y el género Avulavirus, cuenta con diez serotipos denominados APMV-I a APMV-10, siendo el NDV designado como APMV-1.
El nombre "enfermedad de Newcastle" proviene de los primeros brotes registrados en Inglaterra, aunque también se conoce como "paramixovirus aviar tipo 1" (APMV-1). La gravedad de la infección está determinada por varios factores, incluyendo la virulencia del virus, su tropismo viral, la edad y el estado inmunológico de las aves, así como el estrés ambiental y la susceptibilidad de la especie aviar afectada.
La ND puede presentarse en diferentes "patotipos", cada uno con características clínicas distintivas. Los patotipos incluyen velogénico viscerotrópico, velogénico neurotrópico, mesógeno, lentogénico y entérico asintomático. Estos patotipos pueden manifestarse con signos como letargo, inapetencia, dificultad respiratoria, secreción nasal, hemorragia, tortícolis, entre otros.
Figura 1. Ave con Tortícolis
Figura 2. Ave paralizada como signo del sistema nervioso (imagen tomada de MSD Salud animal)
En el ámbito de la prevención, la bioseguridad juega un papel fundamental para evitar la introducción y transmisión del NDV en las instalaciones avícolas. Además, la vacunación es una estrategia crucial para reducir la incidencia de la enfermedad. Existen vacunas disponibles para diferentes especies aviares, como pollos, pavos y palomas, las cuales ayudan a inducir una respuesta de anticuerpos, aunque no proporcionan inmunidad estéril.
Figura 3. Puntos necesarios para establecer bioseguridad para prevenir la enfermedad de Newcastle (imagen tomada de https://avinews.com/control-de-la-enfermedad-de-newcastle/)
Las vacunas de virus lentogénicos vivos, como las cepas B1 y LaSota, son ampliamente utilizadas y se administran mediante aplicación masiva en agua potable o pulverización. Sin embargo, es importante aplicar correctamente las vacunas para garantizar una alta tasa de inmunización en la población aviar. La implementación de estas medidas preventivas contribuye significativamente a la salud y el bienestar de las aves, así como a la sostenibilidad de la industria avícola.
Bibliografía
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https://www.aviculturamsd.com/2021/11/16/la-enfermedad-de-newcastle-en-aves-signos-y-consecuencias-economicas/
https://avinews.com/control-de-la-enfermedad-de-newcastle/